Estados Unidos lanzó un ataque militar contra Siria en el que utilizó al menos 50 misiles tipo Tomahawk, equipados con motores de turboventilador como los que ocupan los aviones comerciales.
Los Tomahawk son misiles crucero, es decir, que usan alas y sistemas de propulsión por reactor que le permiten un vuelo continuo.
Esta arma puede ser lanzada desde un barco o un submarino.